El PP confía en una mejor adaptación del sector pesquero a la obligación de desembarcar las capturas gracias a las mejoras en la regulación aprobadas hoy por el Parlamento Europeo
El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado hoy la nueva regulación para el sector pesquero sobre los descartes de capturas, con una serie de mejoras sobre la propuesta inicial de la Comisión que, según los eurodiputados del PP Gabriel Mato y Francisco Millán Mon, van a posibilitar que los pescadores puedan adaptarse de forma más fácil a la nueva obligación de desembarcar todo el pescado capturado.
Los eurodiputados pusieron el acento ayer, durante el debate del nuevo reglamento, en la necesidad de que desde la UE se avance hacia una pesca sostenible pero con la suficiente flexibilidad para que los pescadores puedan asumir los cambios que se marcan sin que eso haga aún más complicada su actividad, sobre todo en el caso de la pequeña flota artesanal.
Por esa razón, se ha logrado, entre otras medidas, aplazar hasta 2017 las sanciones por incumplimientos del nuevo reglamento, con el fin de que dé tiempo suficiente a adaptarse.
Al respecto, el coordinador del Grupo PPE en materia de Pesca, Gabriel Mato, subrayó que “lo que ahora urge es que políticos, empresarios, administraciones, pescadores, científicos y otros interlocutores se reúnan y discutan cómo aplicar esta obligación de desembarco en términos prácticos, mientras esperan un enfoque más claro con una legislación más homogénea que integre la experiencia adquirida desde los primeros meses de su aplicación”.
Por eso, indicó, “confío en la buena voluntad y el compromiso de todos los que estamos implicados en este proceso para lograr que esta nueva regulación sea buena para nuestro medio marino y para el futuro de una actividad, la pesquera, que sigue siendo clave para la economía, el empleo y el futuro de Europa”.
También el eurodiputado Francisco Millán Mon resaltó en su intervención que “el sector pesquero necesita tiempo para adaptarse. Lo sabemos bien en una región como Galicia, la primera región pesquera de Europa”. De ahí la importancia “de la flexibilidad y de la gradualidad recogidas en el Reglamento porque desembarcar todas las capturas posiblemente implicará algunos cambios en la capacidad de los barcos y en la selectividad de las redes, y la flota, sobre todo la artesanal, podría tener dificultades prácticas que no podemos ignorar; estudiaremos atentamente en los próximos tiempos el impacto de la nueva exigencia y habrá que actuar en consecuencia”, indicó.
De hecho, gracias a las medidas introducidas en el Parlamento Europeo, se ha dado el visto bueno a un sistema para hacer un seguimiento regularmente de la aplicación de esa obligación, lo que permitirá observar su impacto y las dificultades que puedan encontrar los países.
Durante el debate, los eurodiputados populares recordaron que el proceso de cambio de 180 grados iniciado con la Política de Pesca Común acaba de empezar y queda mucho camino por delante, “en el que tendremos que adoptar medidas que requieren el compromiso de todos”, apuntó Mato.
Según recordó, la obligación de desembarco es un "marco legal de transición", como dice la propuesta de la Comisión en su exposición de motivos, por lo que se tendrán que hacer cambios en el contexto de la revisión del reglamento de medidas técnicas, así como en el contexto de los planes regionales multianuales, para afrontar la nueva situación.
“La prohibición de descartes pondrá de relieve algunos desajustes de la política pesquera europea que en Galicia se vienen denunciando desde hace tiempo”, destacó también Millán Mon en la sesión plenaria. Según afirmó, subsiste el principio de estabilidad relativa para el reparto de cuotas entre los Estados miembros pero este principio estaba pensado para un régimen de gestión que permitía los descartes. “El cambio en la política de descartes debiera acarrear en los años venideros un reestudio, un replanteamiento, del reparto actual de las posibilidades de pesca”, añadió.