Gabriel Mato califica la creación del Área de Libre Comercio de África como una oportunidad para luchar contra la competencia desleal que perjudica a la agricultura canaria
El eurodiputado del Partido Popular Gabriel Mato ha dicho hoy, con motivo de la reunión de la Comisión de Agricultura en el Parlamento Europeo, que la creación del Área de Libre Comercio Continental Africano (AfCFTA) es una oportunidad única para que la Unión refuerce la lucha contra las prácticas comerciales desleales que perjudican a los agricultores de Canarias, especialmente al sector tomatero y de cítricos.
Mato ha recordado que el AfCFTA se constituyó hace más de un año con el objetivo de crear el mayor mercado único de productos y servicios del mundo, así como un área de libre circulación de personas y, más adelante, una unión aduanera con un arancel externo común. “Representa una situación estratégica para la Unión”, ha confirmado el eurodiputado, quien también ha reivindicado la situación del sector agrícola del Archipiélago.
“Nos preocupa y ocupa la situación injusta que sufren nuestros agricultores ante las prácticas comerciales desleales que se están produciendo tras la firma de algunos acuerdos bilaterales entre la Unión Europea y determinados países africanos, como es el caso de Marruecos, que perjudica a los productores de tomate canarios, o de Sudáfrica y Egipto, que afecta al sector cítrico”, ha dicho.
En este sentido, Gabriel Mato ha insistido en que debe afrontarse el debate de las cláusulas espejo para garantizar que los productos importados desde África cumplen con los mismos estándares de calidad, seguridad alimentaria, exigencias ambientales, sanitarias o de bienestar animal que los producidos en Europa.
Aun así, el eurodiputado canario ha destacado que profundizar en las relaciones comerciales y de inversión entre los dos bloques tiene un impacto positivo en el continente africano, ya que la agricultura es un sector clave de su economía, al emplear a más de la mitad de la población. “Quiero hacer una especial mención a los jóvenes africanos, quienes aspiran a tener las mismas oportunidades que los jóvenes europeos, y también al que quizá es el reto más importante de todos: el cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 ‘Hambre cero’.