Gabriel Mato defiende que la UE dé un tratamiento preferente a la pesca artesanal
En la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo, que prepara un informe sobre la situación de la pesca a pequeña escala
El eurodiputado popular propone que las cofradías sean reconocidas y puedan recibir ayudas financieras
Millán Mon: “La reforma del Reglamento de Control debe tener en cuenta las particularidades de la flota costera artesanal y del marisqueo”
El eurodiputado del PP Gabriel Mato ha defendido hoy que la Unión Europea (UE) debe dar un tratamiento preferente a la pesca artesanal a pequeña escala, ya que esta tiene en países como España “un importante componente social y un papel vital en la preservación de la tradición, las costumbres locales y la cultura”.
Mato ha intervenido en la reunión de la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo, que está elaborando un informe sobre la situación de la pesca artesanal en la UE, para plantear peticiones concretas y para alertar de algunas medidas que se están planteando en el desarrollo del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMPA).
Así, el eurodiputado palmero ha defendido que la figura de las cofradías debe ser reconocida por la Unión, de manera que estas “sean elegibles para recibir ayuda financiera en pie de igualdad con las organizaciones de productores”, ya que juegan en España un importante papel “estructural y de cohesión”.
Por otra parte, Gabriel Mato ha mostrado su preocupación por las posibles obligaciones a la pesca artesanal que se están discutiendo en el contexto de la revisión del Reglamento de la UE sobre control de la pesca. En este sentido, ha defendido que “obligaciones como la de contar con un sistema de localización, la de llevar un cuaderno diario de pesca electrónico y la de emitir una declaración de desembarque también electrónica no son adaptadas para estos segmentos de flota”. “En estas propuestas no se tiene en cuenta la realidad de la flota artesanal, y aumentarían los costes y la carga burocrática”, ha puntualizado Mato, para quien “no se trata de no querer tener controles, sino de evitar perseguir a los pescadores y tratarlos como operadores que hacen trampa”.
Gabriel Mato también ha alertado de la propuesta de la Comisión Europa de introducir un nuevo impuesto para el combustible, en el contexto de la revisión de la Directiva comunitaria sobre fiscalidad de la energía.
“Si esta propuesta se aprobara, pondría al sector pesquero de la UE en desventaja competitiva con otros países con precios e impuestos más bajos sobre el combustible, en particular los buques de pequeña escala. Además, daría lugar a un trato injusto entre territorios, ya que los grandes barcos pueden realizar largas travesías de pesca con un solo combustible, lo que les permite repostar en puertos con precios de combustible más bajos”, ha afirmado.
Mato ha advertido que esta medida “también provocaría un aumento de los precios pagados por los consumidores finales, en particular de los productos frescos, lo que entraría en conflicto con las recomendaciones de salud pública de aumentar el consumo de pescado teniendo en cuenta no sólo su alta calidad nutricional y, por tanto, sus beneficios para la salud, sino también su baja huella medioambiental”.
Por su parte, el también eurodiputado popular Francisco Millán Mon se ha referido a la reforma del Reglamento de la UE sobre Control Pesquero, “percibida de forma negativa por la flota costera artesanal al creerse que no se tiene en cuenta la realidad de estos buques, que a menudo faenan exclusivamente en aguas interiores, y que aumentarían los costes y la carga burocrática, sin beneficios claros para el control”.
El diputado gallego, quien siempre ha defendido la necesidad de “gradualidad y proporcionalidad en cuestiones como la geolocalización de las artes menores o el envío electrónico de datos”, ha solicitado hoy, en consonancia con el Grupo Popular Europeo (PPE) “un marco jurídico específicamente diseñado y adaptado para la flota costera artesanal, incluyendo el marisqueo o pesca sin buque”.
“Tenemos que ser plenamente conscientes de sus singularidades y construir sobre la base de las prácticas que ya están funcionando bien y de forma controlada”, ha resumido Millán Mon, quien ha mostrado también su desacuerdo con la propia definición actual de “flota costera artesanal”, ya que en su opinión “es inadecuada por reduccionista y no contemplar la casuística del sector”.
En línea con las preocupaciones expresadas también por Gabriel Mato, Millán Mon ha destacado la necesidad de “abordar el reconocimiento de la figura de las cofradías de pescadores y la posibilidad de que reciban ayuda financiera en pie de igualdad con las organizaciones de productores”.
“Me preocupa igualmente que la flota artesanal sea la gran perjudicada de un posible fin al gasóleo pesquero bonificado, ya que la imposición de los carburantes daría lugar a un trato desigual entre flotas, en detrimento de los buques artesanales, que no pueden realizar largos viajes para repostar en los puertos con precios más bajos”, ha finalizado.