La Comisión de Pesca del Parlamento Europeo dice ‘no’ al acuerdo con Mauritania

La Comisión de Pesca del Parlamento Europeo, que preside el popular Gabriel Mato, ha dado hoy su apoyo al informe presentado por el eurodiputado canario contrario al actual protocolo de pesca con Mauritania, lo que obliga a la Comisión a abrir un nuevo proceso negociador con el país africano para establecer un convenio con unas condiciones más favorables para los pescadores de la UE.

Gabriel Mato ha mostrado su satisfacción por el apoyo de la mayoría de los miembros de la Comisión de Pesca, con 16 votos a favor, 6 en contra y una abstención, que “han dicho alto y claro ‘no’ a un acuerdo que no sirve, tal y como lo ha dicho el propio sector”. Asimismo ha agradecido la colaboración de todas las partes implicadas.

Por otro lado, ha destacado que la reciente visita de la delegación de la Comisión de Pesca a Canarias ha contribuido a que se haya obtenido este resultado y ha expresado su convencimiento de que este viaje ha ayudado a algunos eurodiputados a apoyar su propuesta de rechazo.

El informe que se ha votado esta tarde en Bruselas deja patente que el actual protocolo resulta muy caro y reduce las posibilidades de pesca para la flota europea. En concreto, este protocolo tiene una repercusión negativa en la flota cefalopodera, que cuenta con un peso muy importante en Canarias, lo que pone en peligro 2.000 puestos de trabajo en las Islas así como las infraestructuras del puerto de Las Palmas de Gran Canaria, financiadas por la Unión Europea, que podrían desaparecer por falta de actividad.

Gabriel Mato ha valorado la aprobación de su propuesta, teniendo en cuenta las presiones que han existido para mantener el actual acuerdo.

De hecho, este pasado viernes se celebró una última reunión técnica entre la Comisión y representantes de Mauritania para tratar de limar algunos de los aspectos más conflictivos del actual acuerdo pero que en modo alguno venían a resolver los principales déficits del protocolo, tal y como han puesto de manifiesto con su voto los eurodiputados.

Además, Mato recuerda que Mauritania ha incumplido una de las condiciones del acuerdo que firmó, ya que se establecía que los barcos pesqueros de la UE tendrían un acceso preferencial al caladero mauritano mientras que recientemente el país africano ha firmado un acuerdo con Rusia con unas condiciones mucho más favorables que las que estableció para la flota europea.

“Los miembros de la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo hemos dejado hoy claro que los actuales términos del acuerdo no pueden mantenerse porque no benefician en nada a nuestros pescadores y se está pagando un precio muy alto por poder acceder a un caladero al que, ahora, además, se da también acceso a la flota rusa y con unas mejores condiciones, lo que resulta un claro incumplimiento por parte de Mauritania. Este es un claro aviso a la Comisión Europea para que renegocie un nuevo acuerdo con mejores condiciones”, explica Gabriel Mato.

A partir de ahora, por tanto, debe abrirse un nuevo proceso negociador en el que se pongan claras las condiciones para mantener un acuerdo que, según Mato, sigue siendo muy positivo para la flota europea, “pero siempre que haya unos mínimos que aseguren la rentabilidad para nuestros pescadores, porque de otra forma estaremos manteniendo una situación que no favorece ni a los productores ni a la UE en su conjunto, y que pone en serio peligro la continuidad de un sector económico muy importante para Europa y, en concreto, para España y para Canarias”.

Argumentos de peso

En el proyecto de recomendación defendido por Gabriel Mato se argumenta la necesidad de rechazar el actual protocolo de pesca con Mauritania. En este sentido, se pone el acento en que la opinión general expresada por las administraciones nacionales y la industria pesquera refleja que es un Protocolo caro para las oportunidades de pesca y las condiciones técnicas que impone, por lo que no resulta rentable. Prueba de ello, es que a excepción de los atuneros, para quienes las condiciones técnicas no han variado, y varios barcos merluceros, que sólo probaron a faenar en períodos breves, el resto de la flota no ha pedido licencias provisionales. 

Entre los principales escollos del protocolo, se incluye la negativa de acceso para la flota cefalopodera, que deja a 32 buques sin caladero y sin alternativa de distribución en otra zona, sin que exista una razón biológica que lo justifique, así como la restricción de las zonas de pesca para todas las flotas, incluida la pelágica, con lo que el nivel de las capturas se reduce drásticamente.

A esto se suma, en el caso de la pesca de pelágicos, marisco y merluza, el cambio de una gestión por esfuerzo pesquero en tonelaje a una de cuotas complementada por una limitación al número de barcos, lo que resulta más caro para la UE y para los armadores, a quienes en algunos casos supone un aumento del 300-400% del coste, aumento que no resulta ser una aportación equitativa. Además, se aumentan los costes indirectos como consecuencia de las obligaciones de desembarcar y trasbordar en Mauritania, contratar un 60% de marineros mauritanos por barco, repostar en Mauritania y llevar un segundo sistema de seguimiento VMS.